La selección española, a pesar de aparecer entre los favoritos
en muchas de las quinielas, viaja a Rusia con la sombra de su
actuación en la Copa del Mundo 2014 planeando
sobre su cabeza. La decepcionante participación en la que no fue
capaz de superar la fase de grupos está en la mente de todos y es
algo que bajo ningún concepto están dispuestos a repetir.
Es justo decir que en aquella ocasión el bombo encargado de
decidir los cruces para afrontar los partidos
de la fase de grupos de Brasil no fue demasiado prometedor
para el combinado español, pero lo que se vio en los únicos tres
partidos (dos derrotas y una victoria) que disputó en el evento no
estuvo a la altura de un campeón de mundo.
En esta oportunidad España también se
encontrará con un hueso duro de roer ya que su debut en la
competición el próximo 15 de junio será nada menos que contra el
actual campeón de Europa, Portugal. Por
contra, los otros dos rivales de grupo son, a priori, mucho más
asequibles: Irán el día 20
y Marruecos el día 25.
De cualquier modo, parece que la consigna para este campeonato es
clara. Como el propio seleccionador Julen Lopetegui ha
insistido en recalcar, su equipo parte de España con un pasaje de
avión y tres partidos. Si se consigue superar este primer escollo
deberá ir avanzando paso a paso hasta que su juego decida su
posición final en la competición.
En un principio, cualquier resultado que no sea superar la fase de
grupos sería un fracaso para las aspiraciones del combinado español.
Los de Lopetegui aparecen como claros favoritos en el
Grupo B para acceder a los octavos de final y cualquier
resultado que no sea una victoria ante Irán y Marruecos sería
simplemente una sorpresa.
Si se alcanza este objetivo, la siguiente eliminatoria se presume
como algo relativamente asequible, ya que los cruces de su grupo los
enfrentaría a uno de los equipos clasificados del Grupo
A que en un principio debería ser Uruguay
o Rusia (con el permiso de Egipto y Arabia Saudí).
A partir de este punto, si España sigue adelante, comienzan los
grandes escollos. Tal y como ha decidido el calendario
del Mundial de Rusia, los rivales de España en
cuartos de final saldrían de los vencedores entre los
cruces de los Grupos C y D. Esto quiere decir que, si se impone la
lógica, casi con toda probabilidad debería enfrentarse a Argentina
o Francia, dos de los serios aspirantes al triunfo final.
Es sensato pensar que a estas alturas de la competición los
rivales nunca van a ser fáciles, por mucho que por el otro lado del
cuadro las cosas pudieran ser a priori un poco más sencillas
para Brasil o Alemania.
En cualquier caso, la experiencia en este tipo de competiciones nos
indica que nunca están exentas de alguna gran sorpresa.
Por otro lado, no hay que perder de vista el potencial de la
selección española que llega a la cita mundialista desplegando un
fútbol que a muchos ha hecho recordar al de aquel equipo campeón de
hace 8 años. Incluso las casas de apuestas se han hecho eco de esta
realidad y España ya aparece en las
cuotas de BetStars como
la tercera favorita al título, a poca
distancia de Brasil y Alemania.
El equipo de Lopetegui se presenta en Rusia tras realizar
una impecable fase de clasificación en la
que ha vencido en 9 partidos y empatado en uno, con 36 goles a favor
por tan solo 3 en contra. Unos números que tan solo Alemania supera
en las previas europeas. Sin olvidar que para conseguirlo, España
tuvo que dejar fuera del mundial a un combinado histórico como es
Italia.
Ya se sabe que cuando la pelota eche a rodar en Sochi estos
datos no sirven para mucho más que para tener el respeto de los
rivales, pero el juego de España vuelve a ilusionar de nuevo.
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