Eran un matrimonio bien avenido de puertas hacia fuera en torno a los 40 años con una hija de 6 y con casi dos décadas de relación entre novios y casados. Los dos trabajadores, ella aficionada a la lectura y al cine y él practicante de triatlón desde hace unos 8 años. No vamos a dar nombres por reservar la intimidad, especialmente de la hija, pero su historia ha terminado en divorcio. Todo sucedió cuando él, hace aproximadamente un año, entró en casa con una nueva bicicleta para hacer triatlón de larga distancia de aproximadamente 11.000 euros de coste sin haberle consultado a su esposa.
"Cuando vi la bicicleta le pedí explicaciones porque no me había dicho nada, él intentó restarle importancia, pero cuando entré en la cuenta bancaria y vi lo que se había gastado cuando esa misma tarde teníamos que ir a comprar el material escolar de la niña me fuí al garaje donde tenía sus otras tres bicicletas, le cogí una y se la revoleé, al día siguiente me busqué un abogado para pedir el divorcio, aunque viva sola con la niña sin su ayuda me va a salir más barato, es un irresponsable", explicó ella a Deporte del Sur.
Con él apenas pudimos estar un minuto al teléfono porque no quería hablar del asunto, pero defendió que esa bicicleta era indispensable en su evolución como triatleta, empezó corriendo sprint y olímpico con bicicletas de carretera convencionales, después se compró una cabra para la media y larga distancia a la que fue añadiéndole extras y al ver que mejoraba necesitaba una "tope de gama", de hecho es una evolución que siguen muchos triatletas. Su cuarta bicicleta era una mountain bike que coge cuando busca desconectar saliendo al campo.
Los cálculos realizados por su mujer cifran en unos 20.000 euros el dinero anual que su marido gasta en triatlón entre bicicletas, equipaciones, entrenador, club, alimentación, inscripciones y viajes. "Es algo que una economía familiar normal como la nuestra no puede asumir", dice ella.
De momento es el primer caso de divorcio que se hace público a consecuencia de los altos costes de practicar triatlón y ha tenido lugar en Andalucía, pero nos consta que son muchas las parejas que tienen problemas similares regularmente, la balanza entre el deporte y la vida familiar, tan complicada... También queremos destacar, que un deporte como el triatlón generalmente une más de lo que separa, como muestra esta noticia.
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Se han dado casos
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