Abebe Bikila es, probablemente, uno de los nombres más emblemáticos de la maratón y de la historia de los Juegos Olímpicos. Este atleta etíope empezó a correr con 17 años. Poco después, el entrenador sueco Onni Niskanen se encargó de que mejorara su técnica de carrera. Con 28 años y corriendo descalzo obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma 1960. Batió el récord del mundo de maratón con 2h15'16" estableciendo una nueva plusmarca mundial en un país que tenía un triste pasado en común con el suyo. Repitió la hazaña cuatro años más tarde en Tokio.
Ganar el oro frente al obelisco arrebatado a su país
Abebe Bikila fue el primer atleta africano que ganó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Pero además, hubo un detalle que le dio una auténtica bofetada al colonialismo occidental. En un momento de la prueba, Abebe corrió por la plaza de Porta Capena. Pasó frente al obelisco de Axum, un monumento de granito de 1.700 años de Antigüedad que procedía del país natal de Bikila, Etiopía. Los italianos lo habían llevado hasta Roma como trofeo de guerra cuando en 1937 acababan de conquistar el territorio africano y pretendían formar su propio imperio colonial fascista.
Aunque tras la caída de Mussolini hubo un acuerdo con la ONU en 1947 para devolver el monumento, no se hizo nada al respecto. Así que en 1960, Bikila daba zancadas y se erigía como el mejor corredor de fondo del mundo frente a aquel pedazo de su país. Sin duda, debió servirle de motivación, ya que no solo ganó el oro, sino que con 2 horas 15 minutos y 16 segundos, batió la plusmarca mundial. Bikila superó en aquella prueba al marroquí Rhadi Ben Abdesselam (plata) y el neocelandés Barry Magee.
Bikila siguió mejorando. En Tokio 1964, llegó a rebajar la marca de la maratón de Roma en más de tres minutos. En aquella ocasión se impuso al inglés Heatley (plata) y al japonés Tsuburaya (bronce). Su nombre está, sin duda, ligado al de la distancia de 42.195 metros.
¿Por qué Bikila corría descalzo?
Corriendo descalzo, Bikila se convirtió en el mito que puede correr rápido y ganar sin necesidad de nada, reflejando lo mismo que tienen muchos niños africanos que sueñan con llegar alto en el deporte. Sin embargo, Bikila no corrió descalzo por esto, él corría con zapatillas de deporte, pero se las quitó justo antes de la competición en Roma porque las que se había comprado para aquella carrera le habían causado ampollas en los pies.
¿Cómo murió Abebe Bikila?
Años más tarde, poco después de retirarse en México 1968 afectado por la altitud, se vio involucrado en un accidente de tráfico que le dejó parapléjico. Afectado por las consecuencias, murió en 1973. Solo tenía 41 años, habían pasado 13 años de la hazaña de Roma, 26 del acuerdo para devolver el monolito de Aksum.
El retorno del monolito
El monolito de Aksum siguió en Roma, la ciudad que vio vencer a Abebe Bikila, hasta 1997, estando además desmantelado y guardado en unos almacenes del aeropuerto hasta que se aceleró su traslado y en 2008 fue reerigido en Tigray, en Etiopía, de donde nunca debió salir.
Aunque el estadio de la capital, Adís Abeba, lleva el nombre de Bikila, probablemente levantar de nuevo el monolito fuese el mejor homenaje que puede tener uno de los mejores maratonianos de todos los tiempos.
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