La bicicleta es uno de los medios de
transporte más completos y funcionales. A su capacidad de
desplazarnos en poco tiempo cómodamente, se le añade el hecho de
ser un deporte y por tanto algo sano para nuestro cuerpo. Si
combinamos sus bondades con otros factores como poder hacer turismo
con ellas, cada vez más posible fuera de nuestro ámbito regional
gracias a la comodidad de las bicis
plegables, la convertimos en una potente herramienta con la
que recorrer placenteramente el mundo. Pero no vayamos tan lejos
por ahora… ¿Dónde podemos practicar el cicloturismo en Europa?
A orillas del Danubio
Una de las rutas más apetecibles y
famosas para recorrer en bici en Europa es la que comprende la orilla
del que puede ser su río más emblemático: el Danubio. El viaje de esta ruta de cicloturismo por Europa parte de Donaueschigen (pueblo cercano a Stuttgart donde se encuentra
su nacimiento) hasta Viena, recorriendo todo el sur de Alemania hasta
la capital de Austria.
Prácticamente llana, bien
señalizada y asfaltada, es perfecta para un turismo en bicicleta
tranquilo donde no temer a los percances y donde disfrutar de
parajes de verde infinito y ciudades emblemáticas como Ratisbona,
siempre acompañados de las aguas azules del rio grande de Europa.
A orillas del Rin
Si rodar 1000 kilómetros incluso
cambiando de país nos parece demasiado pero queremos disfrutar del
encanto igual de acompañar a un gran río en su crecida, tenemos una
ruta gemela a la del Danubio en su hermano relativamente menor, el
Rin.
En este caso, la ruta discurre entre
las ciudades alemanas de Maguncia y Colonia, pasando por otras
ciudades monumentales como la muy recomendable Coblenza y la antigua
capital de la RFA (República Federal Alemana) Bonn.
Pese a que toda la ruta discurre en
llano a faldas de imponentes montañas repletas de viñedos, se
diferencia de la del Danubio por lo escarpado del entorno, plagado de
castillos e infraestructuras fluviales que le añaden encanto al
recorrido.
Bélgica y Holanda
Países llanos y de larga tradición
ciclista, las rutas por estos dos países son todo un obligado dentro
del turismo nacional, siendo las más famosas la trapense, que
discurre alrededor de las construcciones de esta orden monacal y de
la producción de su afamada cerveza de abadía por toda Bélgica,
y la que recorre el Ijselmeer, el mar interior de Holanda y cuya
partida la tenemos en la considerada capital mundial de la bicicleta:
Ámsterdam.
Castillos del Loira
Como hemos podido apreciar, los ríos
europeos son una joya en cuanto a rutas ciclistas se refiere, y en la
vecina Francia tenemos el mejor ejemplo en el Loira.
Camino fluvial ampliamente conocido
por sus castillos, que dejarán con la boca abierta a más de un
cicloturista, también discurre por bellas poblaciones que nos
servirán de apeadero ocasional como Chartres, Orleans, Blois, Tours,
Bourges, Saumurs y Angers.
Escocia
Los paisajes escoceses transmiten una sensación única si nos alejamos de sus dos grandes urbes como son Edimburgo y Glasgow con carreteras perfectas para la bicicleta en plena naturaleza, aunque es especialmente recomendable rodear la isla de Skye, único en el cicloturismo de Europa.
La ruta en bicicleta por la isla de Skye te llevará por carreteras cerca de acantilados de vistas increíbles, por pequeños pueblos de cuento y por paisajes que te parecerán de otro mundo.
La ruta en bicicleta por la isla de Skye te llevará por carreteras cerca de acantilados de vistas increíbles, por pequeños pueblos de cuento y por paisajes que te parecerán de otro mundo.
hola, en Francia hay más rutas, muy facilitas y otras más dificiles, nuestra familia ya hemos hecho unas cuantas http://bicicletasypiruletas.com/tag/francia/
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