Una travesía a nado es una competición que puede ser bastante compleja si vas a disputarla buscando hacer una buena posición. La experiencia es muy importante para este tipo de competiciones, por lo que en primer lugar te recomendamos que hagas varias pruebas del Calendario de Travesías a Nado antes de tu prueba objetivo. Si eres un buen nadador en piscina tendrás mucho ganado para terminar delante en una travesía a nado, aunque no lo es todo, la natación en aguas abiertas y en concreto las travesías tienen características específicas que hace que los rendimientos sean diferentes. Para adaptarte al nado de este tipo de pruebas en base a mi experiencia quiero darte los siguientes 7 consejos:
Salir lo más adelante posible
Intenta situarte en la primera línea de salida. Evitará que te lleves golpes, si tienes el mejor ritmo te pondrás al frente y nadie te molestará, si no es así te hará coger un grupo mejor, unos "buenos pies" que seguir. Lo ideal es correr hasta poder nadar y si cuando te pones a nadar hay poco fondo, puedes dar varios saltos de delfín para avanzar más rápido hasta que el nado sea plácido, es algo que deberías practicar antes de la prueba. Intenta además ponerte delante, pero en un lateral para evitar el pelotón que se forma en el centro. Pero sí es importante comenzar con un buen ritmo, aunque las travesías a nado normalmente son pruebas de fondo y no debes quemar todos tus cartuchos al inicio, debes hacerlo a un ritmo vivo para posicionarte bien desde el principio, ya que cuando pierdes la delantera de la prueba es difícil reenganchar.
Drafting: Nadar a pies
En mi opinión es la gran diferencia de las aguas abiertas respecto a la natación en piscina, podemos aprovechar la estela o rebufo de otro nadador para economizar esfuerzo. Nadar a pies de otro nadador supone poder llevar un ritmo más rápido haciendo menos esfuerzo, aunque todavía es mejor ir en un lateral a la altura de su cintura aprovechando la ola que está generando. Es algo que han demostrado los amigos de Triatlón Web en este artículo Eso sí, el nado a pies tiene un riesgo y es que al principio nos puede resultar relativamente cómodo ir al ritmo de un nadador mejor que nosotros, pero en la parte final puede pasarnos factura, es decir, ir con el gancho hasta que petamos.
Orientación, busca la boya
La orientación comienza antes de la salida. Presta atención al briefing previo donde explican el recorrido, visualízalo mentalmente si no has hecho antes el circuito y, aunque vayas a pies de otros, intenta orientarte y buscar las boyas de giro y las referencias, ya que quien va por delante puede fallar y eso nos daría ventaja. Ten además cuidado porque la boya suele ser lugar de acumulación de nadadores y te puedes quedar encerrado por lo que debes buscarla con antelación suficiente para no quedarte cortado.
Llevar unas buenas gafas que no se empañen
No es una tontería. En la piscina la línea del fondo suele ser oscura y grande y puedes ver aunque las gafas estén empañadas, puedes además contar brazadas para conocer dónde está el volteo, pero en las aguas abiertas llevar unas buenas gafas es fundamental por el factor orientación, si se te empañan o se te caen tendrás que detenerte a recolocarlas y perderás tiempo. Yo aconsejo tener unas gafas buenas y cómodas que uses para las travesías, intenta que no se te mojen por dentro previamente porque eso ayuda a que no se empañen. Mientras más nuevas, menos se empañarán. Tras utilizar muchos tipos de gafas, me quedo con las Zoggs Predator.
Evita los golpes
He visto a nadadores salir con un ojo morado de una travesía, con arañazos que les ocupaban toda la espalda, que en un golpe han perdido las gafas o que le han bajado el mono o el bañador de un manotazo. La natación de aguas abiertas es un deporte de contacto por lo que hay que saber nadar en grupo, escabullirse de ese tipo de situaciones, en muchas ocasiones es mejor ir por un lateral a nuestro ritmo que por el centro entre muchos nadadores, pero a veces es inevitables y es importante que te mantengas firme en tu nado para no tener que detenerte.
Dominar las olas
Habrá días de mar calmado donde no apreciarás apenas las olas, pero cuando existen es importante que las domines. Es fundamental que cuando respiras frontal para orientarte estés en lo más alto de la ola porque si lo haces abajo, solo verás agua. Lo ideal es hacer respiración bilateral y hacerlo hacia el lado del que no viene la ola para que no te des de cara con ella, la técnica dice además que debes buscar brazadas más largas al ritmo del vaivén de las olas.
Entrena la llegada y guarda fuerzas
Lo que diferencia la natación federada de aguas abiertas con la mayoría de travesías a nado es que en éstas últimas, la línea de meta se encuentra fuera del agua y hay que correr unos metros, lo que hace que si se llega de forma muy igualada al salir del agua se pueda aún adelantar por lo que es importante que entrenes esta salida del agua. Debes nadar hasta que toques el fondo con la mano y a partir de ahí correr unos metros por la arena. En unas travesías la distancia es mayor que en otras. Por ello es también importante que guardes algo de fuerzas para este final, sobre todo si vas nadando en un grupo. Tienes algunos consejos más de natación en aguas abiertas en esta página de Personal Running
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