Juan José Soler. Foto El Almería |
De 220 kilos a 95. Así de rotundo. Es la historia de Juan José Soler que cuenta el periódico El Almería. Decidió cortar por salud con la situación que atravesaba y siguió unos procedimientos alternando dieta, deporte y llevando una vida de menos estrés. De hecho, lo primero que hizo fue dejar su trabajo, como cuenta en el rotativo: "Vivía muy estresado con el empleo. No desayunaba, me tomaba un café y salía para el trabajo. Comía muy rápido. Tenía dos móviles y uno fijo, y ahora me cuesta atender incluso uno. No hacía nada de deporte y antes sí jugaba al fútbol pero cuando me eché novia ya lo dejé. Tenía que cambiar de vida, y dejé el empleo como primera medida. Fue una decisión valiente, porque estuve dos años en paro".
A partir de esa decisión cambió su alimentación, algo que ya le supuso perder 60 kilos. Pero además, en septiembre de 2012 se apuntó en el gimnasio y el deporte empezaría a ser su filosofía de vida. "Me animaron a apuntarme a un equipo de triatlón para Navidad y realicé la media maratón de Almería", dice Soler en El Almería.
Pero cuando el camino no se hace solo se hace más llevadero. "Tuve el apoyo importante de mi mujer que también ha dejado 22 kilos. No compramos nada de comida que no sea aconsejable para nuestra dieta. Hay que ser muy fuerte de cabeza y tener paciencia. Esto no lo haces por motivos estéticos sino por salud".
Y en estas circunstancias comenzó su camino deportivo competitivo. Desde febrero de 2013 con un duatlón no competitivo, después un duatlón de competición y en junio un triatlón. En septiembre hizo Carboneras, en noviembre Cabo de Gata... Y así llegó a los 95 kilos sin operaciones, dando un vuelco a su vida.
"Con 140 kilos comencé a correr pero no duraba mucho así que acaba los entrenamientos andando. Poco a poco he ido ganando elasticidad en los tendones y mejorando. Empecé a encontrarme mejor, y la droga que era la comida, ahora es el deporte", asegura Soler.
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