Salir a la montaña requiere de equipamiento específico. Con la ropa sucede lo mismo, pero si existe un elemento que marca la diferencia y puede determinar cualquier experiencia de deporte en la naturaleza son las botas de montaña. Existen distintos tipos de botas de montaña mujer y botas de montaña hombre que te aportarán seguridad, estabilidad y abrigo para que tu experiencia no se convierta en un mal recuerdo. Antes de disfrutar de la montaña, debes revisar tu ropa deportiva para asegurarte de que cumple con todo lo necesario para la actividad que vas a practicar.
Botas de montaña
Lo primero que debes decidir es para qué actividad vas a utilizar el calzado. Si lo que vas a hacer es senderismo y trekking con variedad de terrenos puedes elegir entre zapatillas y zapatos de senderismo, pero siempre si vas a hacer senderismo por zonas naturales fáciles por caminos en buen estado y poco desnivel. En la medida de que la actividad se complica, puedes llevar botas de caña media, calzado con membrana impermeable y transpirable, con mayor protección y rigidez... Todo esto va a depender del tipo de actividad, el lugar donde se desarrolla, la meteorología junto a las pendientes y el tipo de terreno.
Zapatillas de trekking
Estas zapatillas tienen menos protecciones con suela que permite su uso urbano y el senderismo y trekking ligero. Son ágiles y flexibles. Las ventajas de las zapatillas son que, aunque protegen menos, pesan menos y dan menos calor.
Zapatillas de aproximación
Son una variable de las botas de montañismo, pero de la altura de una zapatilla, permiten hacer montañismo ligero. Los escaladores las utilizan en su aproximación a vías alpinas, normalmente en trayectos cortos, pero técnicos. Tienen suela de montaña, mayor rigidez que la zapatilla anterior y más protecciones.
Botas de trekking
Son para senderismo y trekking. Estabilizan más ayudando cuando llevamos peso en la mochila, aunque son menos ligeras y ágiles. Hay distintas alturas de caña, siendo posiblemente las más habituales las de media caña por su condición de todoterreno. Asimismo, encontraremos distintos niveles de protección, desde las que son menos rígidas a las que ofrecen una mayor protección y estabilidad a los tobillos. También protegen del barro, la humedad, la nieve, la lluvia, la entrada de piedrecitas...
Botas para alpinismo y montañismo
Cuando hablamos de botas de alpinismo entramos en otro campo distinto y encontraremos una clasificación de cuatro categorías de menor a mayor rigidez de la suela, es decir, B0 es la menos rígida, pasando por B1, B2 y B3, siendo esta última la bota rígida. Pero además de esta rigidez de la suela, hay que tener en cuenta que la parte superior de la bota es de protección, por lo que nos asegura ante golpes o caídas de piedras, junto a las condiciones meteorológicas. El elemento interno que da rigidez a la bota de al pinismo se llama cambrillón, una pieza rígida e indeformable de poliuretano, fibra de vidrio o carbono. Las botas rígidas lo tendrán completo, mientras que las menos rígidas pueden tener cambrillones más flexibles. Queremos centrarnos en dos tipos de botas de montañismo:
- Botas semirígidas: son perfectas para ascensiones normales fuera de temporada invernal, es decir, se suelen usar en primavera, verano y otoño, pero no en invierno. Son las que utilizan quienes practican montañismo en Pirineos y Picos de Europa. Permiten un buen caminar, porque tienen algo de flexión, ayudan a mantener el equilibrio y ofrecen rigidez para zonas complejas.
- Botas rígidas: son las necesarias para practicar alpinismo en invierno, ascensiones con nieve o escalada en hielo. Permiten añadir crampones automáticamente. La suela completamente rígida da seguridad.
Aparte de estas, tendríamos botas rígidas dobles, compuestas por una carcasa exterior y un botín interno extraíble.
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