Una de las actividades que mayor ilusión genera en cualquier niño es ir en bicicleta, sin embargo, para llegar a hacerlo, es preciso que aprenda a maniobrar sobre ella con seguridad, para lo que algunas metodologías pueden funcionar mejor que otras.
Aunque para aprender a manejar la bicicleta -y seguramente en tu caso ha sido así- la metodología predilecta era utilizar ruedines, con el paso del tiempo se ha demostrado que no sólo son deficientes en el aprendizaje de ir en bicicleta, sino que existen otras propuestas, como las bicicletas sin pedales, que resultan tremendamente efectivas en el proceso de enseñanza del uso de las bicicletas, por lo que tus hijos antes de cumplir los 6 años ya dominarán por completo este medio alternativo de transporte.
¿Qué son las bicicletas sin pedales?
En esencia, se trata de una bicicleta con la misma estructura aunque con un diseño más divertido y mejor adaptado en cuanto a las formas, para proporcionar seguridad al niño, a la que sólo le faltan los pedales.
Por eso, para utilizarla el niño tiene que impulsarse y hacer equilibrio con sus piernas, hasta que ya sea capaz de impulsarse a tal velocidad que el equilibrio se realice sin tocar el suelo con los pies. Llegados a ese punto, ya estará totalmente preparado para utilizar una bicicleta común y corriente.
¿Por qué son mejores que las bicis con ruedines?
Esas pequeñas ruedas que se adaptaban a la parte trasera de las bicicletas de los niños solían ser la metodología predilecta para enseñarles a ir sobre ellas. Pero tenían un gran defecto, y no era otro que realmente no les enseñaba a manejar la bicicleta, sino que simplemente les evitaba las primeras caídas.
La razón está en que para manejar una bicicleta se precisa principalmente de equilibrio, quien no tenga equilibrio no puede manejar una bicicleta y puede sufrir más caídas de lo habitual. Los ruedines se encargan de aportar el equilibrio en una bicicleta, por lo que el niño realmente no está aprendiendo a equilibrar por cuenta propia, y cuando los ruedines se quitan, tiene que aprender de cero a generar ese equilibrio, por lo que es un tiempo perdido.
En cambio, las bicicletas sin pedales están diseñadas para que sea el propio niño quien decida cuándo impulsarse, cuándo equilibrarse, y cuándo es el momento de avanzar con total soltura y sin colocar los pies en el suelo. Un proceso donde, desde los 2 años en adelante -edad mínima para utilizar una bicicleta sin pedales con seguridad-, el niño estará aprendiendo la habilidad motriz del equilibrio, que no sólo le enseñará a ir en bicicleta, sino que le servirá para multitud de cosas a lo largo de su vida.
¿Por qué conviene comprar una bicicleta sin pedales?
En primer lugar, porque son muy económicas. Resulta mejor enseñarles a ir en bicicleta de esta manera, que comprando una bicicleta con ruedines, de manera que se puede planificar mejor el gasto.
Luego está el hecho de los resultados que realmente aporta. El niño primero conseguirá algo de equilibrio con lentitud, luego tomará un poco más de confianza y podrá asumir riesgos, y finalmente tendrá la seguridad de ir con el suficiente impulso como para que le resulte divertido. Es, en todo momento, un proceso donde el niño tiene total coordinación y control sobre lo que sucede, lo que le permite tener habilidades psicomotoras completas desde el inicio de su vida.
Finalmente se debe mencionar la importancia de la bicicleta en el fomento de los hábitos saludables. Las personas que actualmente practican algún deporte o van en bicicleta con regularidad, tienen como factor común, el hecho de haber practicado ese deporte o ese hábito de ir en bicicleta desde su niñez. Por lo que directamente estarás permitiendo que, por cuenta propia, descubran un mundo apasionante que les dejará una profunda huella positiva en lo referido a su salud y forma física, al tiempo que les enseñará a realizar actividades al aire libre.
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