Escuchábamos ayer en varias entrevistas al ministro de Educación y Deporte sacar pecho sobre las cifras de medallas de los deportistas españoles en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. 7 oros, 4 platas y 6 bronces, 17 en total, las mismas que en Atlanta y en Londres, cinco menos que en Barcelona, tres menos que en Atenas, una menos que en Pekín. Es decir, mi primera conclusión es que estamos estancados desde Atlanta, hace ya 20 años. Sí es verdad que se ha conseguido la segunda mayor cifra de medallas de oro, pero son veinte menos que Gran Bretaña y diez menos que Alemania. .
Si alguien debe sacar pecho por esas medallas deben ser los deportistas y no los políticos. Deben hacerlo por los resultados y por conseguir la proeza de haber estado en Río de Janeiro tras cuatro años casi de indigencia en algunos casos. El deporte español recibió inversión de cara a los Juegos Olímpicos de Barcelona que se reflejó en un espectacular sexto puesto en el medallero (en Seúl solo habían sido cuatro medallas), pero a partir de ahí todo fueron recortes, sobre todo en el último ciclo olímpico con una casi desaparición del plan ADO que ha llevado a la expulsión de la profesionalidad a un gran número de deportistas olímpicos.
El deporte español sigue dependiendo de figuras que se erigen por generación espontánea, hazañas puntuales lógicas en un país grande con una amplia población donde ya solo por impulsos individuales deben salir deportistas muy capacitados y sacrificados. Salvo algunas excepciones como el baloncesto o el piragüismo, las distintas disciplinas deportivas dependen de esas individualidades y faltan planes a largo plazo que logren selecciones compensadas y con una continuidad para el paso de los años y en diferentes pruebas.
El ejemplo a seguir es, sin duda, Gran Bretaña. Después de Londres 2012 los recursos del deporte no descendieron y han sido 400 millones en el ciclo olímpico de Río 2016, 100 millones por año. Podrán pensar que cada una de las 67 medallas le ha salido a los británicos por casi seis millones de euros, sin duda es un debate interesante si la inversión en deporte debe ser una prioridad para un Gobierno, aunque además hay que tener en cuenta otros valores que conlleva esa inversión: el fomento del deporte de base, el trabajo en equipo, deporte y educación, deporte y salud...
El problema es que cuando en España se realizan inversiones en deporte, esa inversión en gran parte se queda por el camino, desde lo que entra, pero no sale de las estructuras jerarquizadas y anquilosadas de las federaciones, a la construcción de instalaciones deportivas que muchas veces son poco necesarias o la mala orientación de esa inversión. De hecho, creo que lo primero que deberían hacer los responsables gubernamentales del deporte es contar con los propios deportistas y entrenadores, los mejores conocedores del deporte y que ya tienen esa experiencia para abrir camino a los que vienen por detrás. Históricamente y aún en la actualidad, el deporte en España se ha gestionado desde un despacho, con personas que a veces no pisan una instalación deportiva más que para lucirse en una entrega de premios y eso es un error, el deporte necesita gestores, no figurantes.
Probablemente a partir de hoy nos olvidemos de las 17 de medallas de Río, la sociedad y los medios españoles comenzarán un vacío de cuatro años sin hablar de determinadas disciplinas, los primeros en colaborar con ese olvido serán los políticos. Creo que de todos depende insistir en que hay que acordarse de esas 10 mujeres y 7 hombres que han ganado medallas, de esos 306 deportistas españoles que han cumplido el sueño olímpico y todavía aún más de esos que aspiran a llegar, que se forman en cada pista, cada piscina o cada terreno de juego, en los colegios y universidades. Cada medalla que se gane en Tokyo 2020 empieza a gestarse hoy.
Javier Lara
@josejavilara
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Siempre he dicho que deberíamos fijarnos en Australia, que por porcentaje de habitantes es el país que más medallas gana e invierte menos pero mejor que eeuu y reino Unido
ResponderEliminarSiempre he dicho que deberíamos fijarnos en Australia, que por porcentaje de habitantes es el país que más medallas gana e invierte menos pero mejor que eeuu y reino Unido
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