Llega el verano, al nadar gasta cuidado con las medusas, pero sobre todo con una prima muy especial, la carabela portuguesa. Las corrientes la están arrastrando a todas las playas, por lo que aunque no sea común, también se podrían dar casos en las costas españolas. Tienen tentáculos de hasta 9 metros que al extenderse pueden alcanzar los 50 metros, su picadura es muy dolorosa, paraliza, causa ronchas enormes y muy molestas y dolorosas que en casos extremos podrían causar la muerte, por lo tanto, si cuando estás en una travesía a nado, un triatlón, entrenando o bañándote en el mar ves una carabela portuguesa, sal inmediatamente del agua, ni siquiera te conformes con esquivarla.
También conocida como agua mala, fragata portuguesa, botella azul o falsa medusa. Tiene una apariencia colorida, incluso atractiva, pero a la vez es muy peligrosa. Normalmente flota y se deja llevar con las corrientes, a veces en grandes manadas. Normalmente está en regiones tropicales y subtropicales del Océano Pacífico e Índico, pero las corrientes muchas pueden llevarlas hacia lugares donde no habitan normalmente.
Por ejemplo, en 2013 se encontró un ejemplar en Marbella: Leer noticia
En 2014 se dejó ver por Galicia: Leer noticia
En el invierno de ese año también estuvo presente en Canarias: Leer noticia
Esto ha alertado a varios países ya que al ser flotantes, no tienen control sobre su dirección por lo que si quedan estancadas en la zona de baño de una playa pueden permanecer ahí por días. Si bien parecen medusas, no se trata de la misma especie.
Al contacto, mientras se está en el agua, la persona siente ardor similar a una quemadura, seguido de inflamación y enrojecimiento. En los casos más graves, puede llegar a provocar una reacción anafiláctica. Por lo tanto, no te lo tomes como algo menor, si ves una, sal inmediatamente del agua y alerta a todos los bañistas, así como a las autoridades para que tomen medidas.
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